Sabados por la tarde
Recuerdo cuando el sábado por la tarde era el mejor momento de la semana, no había que esperar hasta media tarde para salir a la calle, no había que aguantar en casa hasta que pasara la hora de la siesta para echar un partido, o para construirse un fuerte con las cajas de cartón que dejaban tiradas los tenderos del rastro de la mañana. A veces, si encontrabas entre los cartones una caja de madera y alguna red de fruta hacíamos una trampa para ratones con un palo atado a una cuerda, el cebo era el trozo de mortadela del bocata del que perdía a “pares y nones”; creo que nunca pillamos uno, pero eso era lo de menos; a los cinco minutos se te olvidaba porque a alguno se le ocurría correr al quiosco a comprar unos caramelos que habían traído nuevos que te saltaban las lagrimas de lo que picaban, comprábamos todos los que podíamos con los duros que reuniéramos y apostábamos a ver quien era capaz de comérselos todos de una vez. En aquella época el mayor logro era que el vecino te dejara su bici nueva, que tenía 18 cambios que duraban 5 minutos si no los tensabas a diario, echarte una carrera contra el mejor del barrio y ganarle; o tener valor para tirarte con el monopatín por la calle más empinada sin frenar; eras el rey del mundo, con un brazo roto, pero el rey. Más allá de los límites del barrio no había nada más que el colegio y casa de los primos, no necesitabas nada más, aquel era tu feudo, tu universo, y eras más feliz en él de lo que lo serás el resto de tu vida.
...
Tengo por costumbre no separarme de la herrumbre
que cubre las esquinas en las que fui vencido,
clavarle las uñas al latido de hadas anodinas
de las que avivan la lumbre del vivir mezquino.
Tengo por costumbre negociar tratos de favor
con el sabor de sabanas sudadas a media tarde,
llamarle cobarde al que vendió su valor
por un escudo roto menos pronto que tarde.
Tengo por costumbre automutilarme buscando
la llave que abre esta caja de pandora,
subirle la falda al aroma que desprende
el ave que solo aflora a tales deshoras.
Tengo por cumbre llegar a ser el más bajo
de los escarabajos que arrastran sus errores,
abonar las flores del fracaso a este paso
de liebre que no sabe de tortugas mejores.
...
Esto me recuerda a un tiempo que no he vivido y que no me gustaría volver a vivir:
...
Hago lo que puedo, se está acercando la fecha y cada vez tengo menos tiempo para dedicarle a esto, prometo actualizar siempre que pueda hasta que pase la fecha y vuelva todo a la normalidad.
Etiquetas: Componiendo, Contando
13 Sinceros:
Suerte en lo que estés preparando! seguro que te va a salir muy bien!
y a quien no le gustaría volver a su infancia auqneu solo sea para cambiarse el bocata? o cambiar cromos? o que lo más importante de la semana sea que los compañeros de 3ºb han ganado el partido del recreo????
alucinante el video de "la calle es de todos"...hoy en día cuando sales de marcha tienes que ir pretito a la pared y bien calladito porque si no te atizan a la minima...que se pasen por una de las zonas de marcha de cualquier ciudad en verano cuando la gente pasa la noche en la calle...
he estado leyendo esta ley...
http://www.mir.es/SGACAVT/derecho/lo/lo09-1983.html
no sé si reir o llorar...
Gorjeos me has sorprendido hoy.
Te felicito sinceramente por el último escrito.Me gustóoooo!!! muchiiiisiiiimo!
y creo que no estaban haciendo botellón.
Cuando los recuerdos afloran es normal que aparezca la melancolía al ver todo desde este presente que nos toca.
Bonito blog. Felicidades.
Lástima de esa melancolía de fondo por demasiados sucesos. Creo que a todos nos aflora de vez en cuando.
¡Un abrazo!
Ah...maldito...me has tocado el tema...la infancia...la niñez...el saber que jamás se podrá volver....recordar todas esas tardes de verano (de cuando el verano no era tan abrasador)....y las tardes/noches de invierno corriendo por el barrio... :(...y no, no había nada más allá del barrio y del colegio...para qué más
Un abrazo
Gorjeos, como ya considero tu blog, como mi segunda casa, permíteme escribir aquí algo que puse hace un par de años en mi antiguo blog. Espero que os guste, y perdonar el tostón (tiene que ver con lo que has escrito, claro)
...me encantaría regresar al País de Nunca Jamás. Tal vez si cojo la línea 10 de metro hasta Chamartín y pregunto en Información si hay algún cercanías que te lleve hasta allí, tal vez, esta misma tarde me pueda acercar hasta Nunca Jamás. La verdad es que me apetece regresar a mi infancia. Hace tanto que no voy corriendo de un sitio a otro...¡echo de menos llegar a casa con heridas en las rodillas! ¡echo de menos aquellos veranos contando historias de miedo con los colegas! ¡echo de menos que me castiguen en los recreos por no haber hecho los deberes!. No se quien dijo esa frase de “mi única patria es mi infancia”. Tal vez sea porque ayer estuve escuchando a “Los Secretos” cantando “Volver a ser un niño”. Que va, que va, que va, que va...ya me acuerdo. El otro día fui al cine. Fui con una persona que quiero muchísimo y vimos “Descubriendo Nunca Jamás”. Pasé dos horas emocionantes, tranquilas, dos horas sonriendo, dos horas dejándome llevar por una cierta cursilería y ñoñez que me hizo pensar mucho una vez hubo acabado la película.
“Nunca pierdas la ilusión por las cosas”, “no olvides que la imaginación es esencial para ser un poco más feliz”, “no te olvides de dejarte sorprender por las personas y por las situaciones hermosas”, “a pesar de que cada año te vayas haciendo un poco más mayor, en tu cuerpo de adulto, guarda un huequecito para ese niño que un día fuiste”...estas frases, estas citas, estas reflexiones me vinieron a la cabeza durante toda la película.
Los adultos somos tan imbéciles. Damos tanta importancia a cosas que realmente no la tienen. Conozco a gente que se pasa dos horas delante del espejo antes de salir a la calle, conozco a personas que cara a cara son educados, y por la espalda vomitan improperios sin parar, conozco a gente que se burla de los demás, que se ríen de las desgracias ajenas, que insultan, que malmeten, conozco a gente que se ha olvidado de jugar, de divertirse, gente que solo piensa en el dinero...
No, no, no, no, no! No puede ser, ¿qué coño nos pasa? ¿Por que somos tan insoportables? ¿Se nos ha olvidado lo que es la inocencia?....no se, pero me deprime pensar en el género humano (y me incluyo, por supuesto).
La historia de Peter Pan es un cuento precioso. La película de Spielberg (Hook, el Capitán Garfio) también es genial ¡y la película de Walt Disney es brillante!. Reivindico volver a ser un niño durante unos minutos al día. ¿Quién se viene conmigo al País de Nunca Jamás?
http://blogs.ya.com/alcaerelsol/
Gracias Ohdiosa, Male, Brujita y Jerjes, y Victor, me has puesto el corazón en un puño, está es tu casa para que escribas y hagas lo que te de la gana, y por supuesto para que me corrijas cada vez que la lie; esto va por todos.
Se resume en: Antes nada tenía importancia, y ahora tampoco, aunque no nos lo queramos creer.
Besos y abrazos según corresponda.
P.D.: No me olvido de votaros a diario en el concursejo ese que hay por ahi rulando todavía, jejejeje.
Un texto estupendo...el mundo es más bonito cuando se reduce lo que has conocido siempre. El mundo era más bonitos, cuando tanto él como nosotros eramos más pequeños.
Ahora que...el vídeo...escalofriante...
Espero no beber ese agua nunca...
besitos, se te añoraba!
Ais...y me lo decía mi padre de pequeño..."ojalá pudiera ser yo niño"...y yo "ojalá pudiera ser mayor, y hacer lo que quisiera"....y ahora ya lo soy...y mira..de niño sí hacía lo que quería... :(
No sé por qué, pero yo sigo creyendo que tu vives en Málaga y eres Malagueño. Que no, que no, que sé que eres de Sevilla, pero es que tío, no sé porque tu tienes toda la pinta de ser de Málaga, hasta por el acento xDDDD
Tío, vamos con esas opos que vas a ser el número uno de tu promoción y de los bomberos de Málaga... digo, de Sevilla xDD
A mí me encanta volver a mi niñez, a mi infancia escribiendo, pero hacerlo tan bien como lo haces tú, creeme, es difícil.
Te mando un fuerte abrazo tío, cuídate mucho y a por todas en la tramo final ;)
De verás, cuídate Gorjeos.
Pd: El teléfono de la doctora --> 692345824 (sobra un número? está perra me lo ha dado mal :P )
Dani
cierto es que cuanto más pasa el tiempo, más nos da la sensación que pasa más e prisa... a mi tmabién me pasa, esa sensación de que "se fue", ahí queda, como un tren que empieza a andar y te ves despidiéndote a ti misma de niña con un pañuelo.... a mi me da cosilla, poruqe no me gusta un pelo que se pase el tiempo tan rápdio... dios mío... en nada me remonto en los 40 auqnue tenga 34. ¡¡¡
Acontece que la vida cambia, la epoca en que nos ibamos a las 12 a nuestras casas a almorzar con nuestras familias tambien se ha ido al carajo.
Los sabados en la tarde perdieron su encanto y al ritmo que vamos hasta de la fiebre del sabado por la noche, como la pelicula y la cancion.
Buen blog el suyo.
Estamos a tus ordenes en:
otrotiempo@gmail.com
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