sábado, septiembre 15, 2007

Segunda crónica

En esta segunda crónica improvisada,
alcohólica, sobre un papel por desvirgar,
voy buscando la retórica de una mirada
con el sudor que brota del soñar.

Y estos celos vuelven a perder la esperanza
cobrando por volar un sueldo que no alcanza
para dormir de dia, bebiendo en copas vacias,
y volver a frecuentar un reloj que no avanza.

Y es que estaba lloviendo, o está,
ya no lo se, con los auriculares no me entero
del silencio de esos "peros" que siguen mordiendo
los puntos suspensivos que llevan por teloneros.

Etiquetas: