La chispa de la vida

- Estoy haciendo un estudio -dijo el niño mientras miraba distraído al horizonte-, he estado pensando en insertarle una hora más al día, que tuviera veinticinco, pero no estoy seguro, primero me gustaría saber que haríais con ella, no quiero poner a los pobres querubines a remolcar al planeta un poco más lejos del sol, con lo que pesa, para nada; así que estoy preguntando a cada ser humano del mundo, uno por uno, en qué emplearía esa hora extra, y tú eres el último de la lista. Hasta ahora, sorprendentemente, la mitad de los encuestados ha dicho que emplearía la hora en terminar tareas atrasadas que le quedan por resolver en el trabajo, y la otra mitad que la emplearía en buscar un trabajo mejor porque están frustrados con él que tienen. Me parece que no es bueno que todo el mundo ande pensando en él trabajo cuando le regalan tiempo, pero bueno, ya que la mitad al menos la piensa emplear en tratar de mejorar su vida, estoy dispuesto a hacerlo. El caso es que eres último, y tienes que desempatar esto para que pueda tomar una decisión, siento poner esta responsabilidad sobre los hombros de una sola persona, pero no queda otra.
Volvió la cara y me miró a los ojos, un escalofrío recorrió mi cuerpo congelado en el tiempo…
Entonces empecé a escuchar algo, un hilo musical, que venía de ningún sitio, pero cada vez se hacía más audible… una guitarra… esa guitarra… era... “Are you still having fun”… ¿“Are you still having fun”?, era mi sueño, ¿qué hacía sonando Eagle-Eye Cherry en mi sueño?...
La voz del locutor me hizo abrir los ojos, hacía frío, tenía la garganta seca y los ojos pegados, apagué el radio-despertador y volví a taparme hasta la cabeza, ya había decidido para qué quería una hora más.
...
No podía estar más tiempo sin escribir alguna chorrada, así que le he robado un rato a los libros y aquí cuelgo lo que ha salido. Soñad despiertos.
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